" Madre, yo al oro me humillo;
él es mi amante y mi amado,
pues, de puro enamorado,
de continuo anda amarillo;
que pues, doblón o sencillo,
hace todo cuanto quiero,
poderoso caballero
es don Dinero."
Hoy haré un repaso a la Historia con una anécdota sobre España. Los españoles, desde hace 400 años ya, venimos siendo derrochadores. Desde la creación del basto imperio del rey Carlos I el error mas grande que cometimos, se dice que el mayor de la historia financiera, fue referente al oro y la plata.
En aquella época de declive, 1600- 1680, reinado de los Felipes, sobre todo de Felipe IV, se traía de las minas de Méjico el oro español que acababa en manos de nuestros acreedores, al llegar a Cadiz, su mayoría banqueros Italianos o Alemanes.
"Nace en las Indias honrado,
donde el mundo le acompaña;
viene a morir en España,
y es en Génova enterrado.
Y pues quien le trae al lado
es hermoso, aunque sea fiero,
poderoso caballero
es don Dinero"
Los dispendios de Felipe IV hacían que, tal como llegaba, el oro se fuera, exigiendo cada vez mas oro y a los colonizadores. Inundó Europa de oro y plata de las Americas, (la escasez es la que da al oro mayor valor intrínseco) así cuanto menor era su valor mas oro necesitaba para pagar, creando un circulo vicioso de devaluación y fueron expoliando las riquezas del nuevo continente.
Este fue el gran error de España, eramos básicamente, el Banco Central Mundial, eramos la fabrica de monedas del mundo, pues todo el nuevo oro salia de nuestras minas. En lugar de retenerlo y dosificar su salida, se lanzo sin medida creando una sobreoferta, devaluándose así el material.
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